Cualquiera que tenga un gato sabe exactamente de lo que estoy hablando.
Más aún si sintió, al menos una vez en su vida, que sus garras se hundían en la piel mientras el peludo de la casa se ocupaba tiernamente de amasar su vientre.
Esta acción que realizan los gatos alternando rítmicamente sus patas delanteras sobre una superficie blanda -recordando, de hecho, a una persona que da un masaje- tiene un origen profundo.
Es un “residuo de la infancia”. Cada gato realiza esta acción por primera vez unas horas después del nacimiento, cuando todavía no puede ver, para masajear el pecho de la madre y estimular la producción de leche.
Pero, ¿por qué sigue haciéndolo incluso de adulto?
Los gatos dan masajes porque se acuerdan de su Infancia
Los gatos tienen glándulas odoríferas en sus patas que son estimuladas por la presión.
Al amasar, un gato marca su territorio y si también te lo hace a ti, significa que le gustas.
De alguna manera esta acción le recuerda a su madre. Y aunque los gatos adultos ya no necesitan ser amamantados, la acción de amasar probablemente se asocie con sentimientos reconfortantes.
Cada uno lo hace a su manera, mostrando una actitud relajada. Pero no es raro que durante esta acción algunos gatos incluso babeen, como si realmente esperaran recibir leche, y ronroneen.
Además de los recuerdos, la acción también tiene un componente instintivo importante, ya que incluso los gatos abandonados al nacer o que nunca ha sido amamantados por su madre dan masajes con frecuencia.
Marcan su territorio
Al ser criaturas territoriales, como adultos, el masajear es una forma efectiva de reclamar su propio espacio.
Al marcar una manta, almohada o suéter con su propio olor, creen que ningún otro animal se acercará, labrándose así un espacio exclusivo.
Similar al girar alrededor del lecho de los perros, los gatos también utilizan esta técnica en el lugar donde han decidido dormir la siesta.
Esto se debe a que sus ancestros necesitaban aplanar la hierba o el suelo para estar más cómodos y detectar cualquier peligro antes de ponerse cómodos, exponiéndose a un depredador.
Ejercicio de estiramiento muscular
Entre las muchas razones por las que los gatos dan masajes, también hay una que es cualquier cosa menos que sentimental.
Al igual que los humanos necesitan un poco de estiramiento de vez en cuando, los gatos al dar masajes, estiran las patas.
El movimiento alterno de extensión de las extremidades durante el amasado, despierta los músculos y estimula la circulación.
Pero sea cual sea la motivación, y aunque con sus garras estén dañando alguna superficie, es importante, según los expertos, no castigarles porque es un gesto instintivo que apenas controlan. Lo mejor es acariciarlos, moviéndolos suavemente si ha elegido un lugar inapropiado.
