Inspirado vagamente en el kunit, el saludo tradicional Inuit, el roce de narices, a menudo denominado “beso esquimal“, es un gesto dulce que implica suavemente tocar o presionar la punta de la propia nariz contra la de otra persona.
Este gesto es un tierno símbolo de afecto que encanta a los niños y también a algunos gatos.
Si tu felino es uno de ellos, estás a punto de descubrir el verdadero significado detrás de este comportamiento.
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Perfume Grupal
Los gatos que comparten un mismo espacio o forman parte de una colonia tienden a saludarse frotándose las narices cuando se reencuentran después de un periodo de separación.
Según los expertos, este gesto es una forma de reforzar los lazos de confianza entre ellos.
Al hacerlo, se reconocen mutuamente, se saludan y fomentan una atmósfera de armonía.
Este comportamiento se debe a que los gatos que comparten territorio suelen rozarse unos con otros, lo que les permite mezclar sus feromonas y crear una especie de “perfume grupal“.
A través del olor, pueden identificar si un compañero pertenece a su misma colonia.
Cuando realizan este gesto con los humanos, es una señal de que nos consideran parte de su familia y que se sienten seguros en nuestra compañía.
¡Eres mío!
Estamos familiarizados con las típicas “cabezadas” que comunican un claro mensaje de “¡Eres mío!“, así como la tendencia de algunos gatos a frotarse contra nuestras piernas cuando regresamos a casa, lo que les permite rastrear dónde hemos estado y con quién.
Se estima que alrededor del 83% de los gatos disfrutan de este comportamiento de frotamiento contra sus dueños después de cualquier período de separación, incluso si es breve.
Esto podría explicarse parcialmente por el hecho de que las feromonas, que son los mensajeros químicos que utilizan los gatos para comunicarse, tienen una vida útil limitada y su olor puede desvanecerse con el tiempo.
Por lo tanto, el “beso esquimal” también se considera una forma en la que tu gato te marca como parte de su territorio y muestra afecto hacia ti.
Gestos de amor
Este gesto es solo uno de los muchos comportamientos felinos que a menudo se malinterpretan o pasan desapercibidos.
Sin embargo, es su manera única de expresar afecto y decirnos que nos quieren.
Otro gesto que a veces se malinterpreta como intrusivo es cuando se sientan sobre nosotros, especialmente si muestran su cola, lo que revela su vulnerabilidad.
Además, estudios científicos han demostrado que a los gatos les agrada nuestro olor a sudor: cualquier aroma que contenga feromonas es altamente atractivo para ellos, y al parecer, el sudor les resulta reconfortante.
Olfato sensible
Aunque los gatos no tienen un sentido del olfato tan agudo como los perros, sus narices son 14 veces más sensibles que las humanas.
Esto se debe a la gran cantidad de receptores olfativos que poseen, que oscilan entre 45 y 80 millones, una cifra significativamente mayor que los 5-6 millones que tenemos los humanos.
El sentido del olfato desempeña un papel crucial en su vida diaria, ya que les ayuda en actividades como la caza, la comunicación y la exploración del territorio.
Gracias a su agudo sentido del olfato, pueden percibir olores a distancias considerablemente largas y distinguir matices sutiles, lo que les permite comprender mejor el mundo que les rodea.
