Como la mayoría de las personas en el mundo, nos conectamos a Internet mediante una dirección IP pública (Protocolo de Internet o TCP/IP), la cual se atribuye a todos los dispositivos de la red a través de un módem o router (que utilizan direcciones IP privadas para regular el tráfico).
Si su ISP tuviera que asignar una dirección IP pública única para cada dispositivo que se conecta a Internet en su hogar, necesitaría una dirección adicional cada vez que compre una nueva computadora, tableta, teléfono inteligente, consola de juegos o cualquier otra cosa. Por supuesto es to es imposible.
En la siguiente guía profundizaremos en cómo se asigna la IP cuando nos conectamos a Internet, mostrando las diferencias entre proveedores, entre los dispositivos que utilizamos para conectarnos y cuáles son las diferencias con las direcciones IP asignadas por el router o módem. .
¿Cómo se asigna la IP cuando nos conectamos desde el teléfono?
Cuando nos conectamos a Internet con la red de datos del teléfono celular (sea en 4G o 5G) el dispositivo recibe una dirección IP pública asignada libremente por el operador.
Es de hecho nuestra puerta de enlace a Internet y, mientras permanezcamos conectados a Internet, hace que nuestro dispositivo móvil sea localizable en esa dirección.
Muchos operadores intentan reducir el número de direcciones IP asignadas a los dispositivos móviles operando con una “red NAT”.
Los teléfonos están conectados a una única red interna que a su vez utiliza un único dispositivo de red (un enrutador del proveedor llamado Gateway), aprovechando de este modo una sola dirección IP pública para cientos o miles de dispositivos diferentes.
Esta NAT es la razón por la que los dispositivos móviles a menudo no son accesibles directamente desde Internet, ya que se encuentran detrás de una red NAT a la que no se puede acceder de forma remota mediante la dirección IP (obviamente podemos utilizar programas de control remoto que operen en diferentes protocolos).
Para cambiar la dirección IP pública del teléfono, es suficiente activar el modo avión durante 2 minutos y luego desactivarlo. La próxima vez que se vuelvas a conectar, obtendrá una nueva dirección IP pública, totalmente diferente a la asignada en precedencia.
Asignación de la IP en la red doméstica
Los dispositivos conectados al módem o enrutador doméstico (conectados a través de Wi-Fi o mediante un cable Ethernet) en realidad reciben dos direcciones IP: la dirección IP privada y la dirección IP pública.
La dirección IP privada es administrada directamente por el módem o enrutador (a través de DHCP) y permite que los dispositivos se vean dentro de la misma red doméstica, además de garantizar que ningún dispositivo reciba una dirección IP igual a la de otro dispositivo (problema de conflicto que puede imposibilitar la navegación).
A todos los dispositivos de la red se les asigna la misma dirección IP pública que fue atribuida al módem, que también funciona como puerta de enlace en este caso, comunicándose con el proveedor de Internet por medio del cable de conexión (fibra óptica o cable telefónico) y recibe una única dirección IP pública, que se clasifica y gestiona en todos los dispositivos conectados a través de Wi-Fi o cable.
Dado que en la gran mayoría de los casos el proveedor nos asignará direcciones IP públicas de forma aleatoria, la mejor manera de cambiar la dirección IP es apagar el módem durante dos minutos y volver a encenderlo.
¿Cómo se asigna la IP cuando nos conectamos a una red Pública?
Si estamos conectados a una red pública obtendremos una direccón IP pública y una dirección IP privada exactamente como sucede con el módem doméstico, con la diferencia de que los dispositivos conectados no pueden verse entre sí (por razones de seguridad).
Esta seguridad se puede obtener actuando tanto en la configuración del punto de acceso como en la configuración de Windows para que reconozca la nueva red como una red pública, evitando así proporcionar acceso a archivos y carpetas compartidos.
Conclusión
Cuando se creó Internet, no se había imaginado que habrían tantos dispositivos conectados y es solo gracias a los enrutadores domésticos y las tecnologías NAT que hoy podemos conectarnos con tantos dispositivos sin tener que migrar en masa al protocolo de Internet IPv6 que, sin embargo, se está poniendo de moda y se usa cada vez más tanto para conexiones domésticas como comerciales.