Dejar de beber alcohol es sin duda uno de los buenos propósitos que muchos se habrán formulado a principios de año, junto con el inevitable ponerse a dieta e inscribirse en un gimnasio.
Pero si bien es probable que la mayoría de estas buenas intenciones se queden en eso, se debe intentar reducir el consumo de alcohol, ya que esto trae beneficios importantes para la salud en general, y especialmente para el cerebro.
Hay estudios que han demostrado que el consumo excesivo de alcohol está relacionado con una gran cantidad de déficits cognitivos, incluido el almacenamiento y la recuperación de información, además que puede provocar daños cerebrales serios.
Las bebidas alcohólicas también juegan un papel en algunas enfermedades infecciosas y son un factor de riesgo para enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y enfermedades crónicas como el cáncer.
Poner fin al consumo de cócteles puede conducir a una mejoría significativa en la salud y una rápida sensación de bienestar.
Un grupo de científicos de las universidades francesas Julio Verne en Picardía y Caen-Normandie han examinado una grupo de personas que sufren de trastorno por consumo de alcohol (AUD), una patología caracterizada por una capacidad reducida para interrumpir o controlar el consumo de alcohol, y han demostrado cómo el mantenerse sobrio conduce a mejoras cognitivas significativas después de solo 18 días.
Los resultados de la investigación se publicaron en la revista Alcohol and Alcoholism.
Los daños que causa el alcohol
Además de causar daños en el hígado, el cerebro y el sistema reproductivo, el consumo crónico excesivo de alcohol también tiene un efecto tóxico en las neuronas, lo que resulta en daños estructurales y funcionales permanentes.
El alcohol se encuentra entre las sustancias más tóxicas y cancerígenas de todas.
En estado de embriaguez, el alcohol llega a todos los órganos, incluido el cerebro, por el torrente sanguíneo y, cuando llega al cerebro, es capaz de destruir miles de neuronas, provocando daños irreversibles.
Con una borrachera se pierden unas 100.000 neuronas, tantas como en un día de vida.
El consumo crónico y excesivo de alcohol está asociado con una deficiencia de la vitamina tiamina, que causa el síndrome de Wernicke-Korsakof (una forma inusual de amnesia) y es un factor de riesgo para otras afecciones que pueden dañar el cerebro, como la epilepsia y la encefalopatía hepática en pacientes ya afectados por la cirrosis del hígado.
También puede ser una causa de demencia vascular, debido a las asociaciones del alcoholismo con factores de riesgo vascular como hipertensión, accidentes cerebrovascular, fibrilación auricular e insuficiencia cardíaca.
El estudio francés - dejar de beber alcohol
Los investigadores reclutaron a 32 personas con AUD grave (24 de ellos hombres) y las sometieron a un programa de desintoxicación y un tratamiento oral con tiamina.
Durante el programa cada participante se sometió (después de 8 y 18 días desde el inicio del programa) a la evaluación breve del daño neuropsicológico relacionado con el alcohol (BEARNI), que determina el estado cognitivo de un alcohólico que se considera como el estándar de pruebas.
Mejoría después de solo 18 días de abstinencia
Los resultados mostraron que el 60 % de los participantes presentaba deficiencias cognitivas, como pérdida de memoria y atención, a los 8 días, trastornos que mejoraron en el 63 % de la muestra del estudio después de solo 18 días de sobriedad.
Las mayores mejorías se produjeron en las habilidades visuales espaciales, que mejoraron en el 67% de los sujetos.
Por lo tanto, el estudio ha demostrado que es posible una clara mejora en poco tiempo.
Esta es la mejora más rápida en personas con AUD vista en un estudio hasta ahora, y es posible que los déficits cognitivos comiencen a disminuir en un tiempo aún más corto, enfatizaron los investigadores.
Sin embargo, el estudio tiene algunas limitaciones: el tamaño de la muestra es pequeño y no se tomaron en consideración otros factores como otras sustancias que pueden afectar la cognición, incluido el consumo de nicotina.
