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El Primer Domingo de Ramos

domingo de ramos
Actualizado el 16 marzo, 2024 12:03:58

Zacarías 9:9

¡Llénate de alegría, hija de Sión! ¡Da voces de júbilo, hija de Jerusalén! Mira que tu rey viene a ti, justo, y salvador y humilde, y montado sobre un asno, sobre un pollino, hijo de asna

Apenas había comenzado la claridad del día que sería conocido a la posteridad como el primer domingo de ramos, y el grupo de hombres que conformaba la comitiva estaba por llegar a Jerusalén. 

Atrás quedaban los acontecimientos de la última semana, la permanencia en casa de Zaqueo, el ciego que recobró la vista en Jericó, la resurrección de Lázaro que tanta impresión causara entre los dirigentes religiosos hebreos de ese entonces, y que desde ese momento iniciaron a maquinar la mejor forma de eliminarlo.

Los discípulos estaban en disputa sobre quién seria el mayor entre ellos. Jacobo y Juan, habían pedido a Jesús que se les concediera que en tu gloria nos sentemos el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda(Marcos 10:37)

Cuando lo oyeron los diez, comenzaron a enojarse contra Jacobo y Juan.

Marcos 10:41

No era la primera vez que esto sucedía entre los discípulos.

Algunas semanas antes, apenas habían llegado a Capernaum, y cuando tuvieron la ocasión de estar a solas con Jesús, el Maestro les preguntó:

¿Qué disputabais entre vosotros en el camino? Mas ellos callaron; porque en el camino habían disputado entre sí, quién había de ser el mayor.

Marcos 9:33-34

En ambas ocasiones Jesús los exhortó a que esas disputas no tenían sentido ya que en su reino las distinciones tienen otra medida y dimensión.

Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos.

Marcos 9:35

Sabéis que los que son tenidos por gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y sus grandes ejercen sobre ellas potestad. Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos. Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos

Marcos 9:42-43

A pesar de esto, en el corazón de los discípulos se anidaba el anhelo de superioridad y que el reino que proclamaba su Maestro sería un reino terrenal y no espiritual como lo venía predicando desde hace casi tres años ya.

No nos debe impresionar el hecho que los discípulos de Cristo no entendieran las palabras que les repetía en continuación.

Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.

1 Corintios 2:14

El asna y su hijo pollino

Una vez que la comitiva, entre las cuales además de los doce se encontraban Lázaro, el resucitado, llegara frente al monte de los olivos, que indicaba la proximidad con la puerta de ingreso a la ciudad de Jerusalén, el Maestro dio orden a dos de sus discípulos.

Id a la aldea que está enfrente de vosotros, y luego hallaréis una asna atada, y un pollino con ella; desatadla, y traédmelos. Y si alguien os dijere algo, decid: El Señor los necesita; y luego los enviará.

Mateo 21:2-3

Si bien es cierto que en la mayoría de las ilustraciones sobre este evento, vemos a Jesús sentado sobre un asno entrar a Jerusalén, la Biblia, nos dice claramente que eran dos los animales con los que hizo su ingreso.

Jesús sentado en el hijo, pollino , de una asna, y la asna junto a su hijo.

Este pollino, era uno en el cual ningún hombre ha montado jamás” (Lucas 19:30)

Y los discípulos fueron, e hicieron como Jesús les mandó; y trajeron el asna y el pollino, y pusieron sobre ellos sus mantos; y él se sentó encima.

Mateo 21:6-7

En el corazón de los discípulos despertó de nuevo la esperanza que Jesús iniciara a proclamar su reino en la tierra.

La esperanza según enseñaban los guías espirituales de Israel, era que el reino del Mesías sería instaurado liberando al pueblo hebreo de la cautividad en la que se encontraba. 

Pensaban que no podía ser una coincidencia que su Maestro eligiese el animal que por costumbre era considerado el símbolo de la realeza ya que muchos reyes de Israel en el pasado hicieron su entrada cabalgando un asno.

Y su certeza se acentúa cuando recuerdan la profecía: Da voces de júbilo, hija de Jerusalén! Mira que tu rey viene a ti, justo, y salvador y humilde, y montado sobre un asno, sobre un pollino, hijo de asna”  (Zacarías 9:9)

Bendito el que viene en nombre de Dios

Mientras la comitiva se acercaba a la ciudad, las personas que reconocían a Jesús, viéndolo, iniciaron a festejar su ingreso, proclamando voces de agradecimiento y saludándolo como era costumbre saludar a los reyes que hacían su ingreso a Jerusalén.

Cuando llegaban ya cerca de la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, gozándose, comenzó a alabar a Dios a grandes voces por todas las maravillas que habían visto, diciendo: !!Bendito el rey que viene en el nombre del Señor; paz en el cielo, y gloria en las alturas!

Lucas 19:37-38

Y la multitud, que era muy numerosa, tendía sus mantos en el camino; y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían en el camino.

Mateo 21:8

Que espectáculo tiene que haber sido lo que se describe en las Escrituras!. 

Notemos que no se especifica en la Biblia, que tipo de árboles eran de los cuales se cortaban las ramas para tenderlas en el camino, pero siendo que estaba descendiendo del monte de los olivos, no es difícil imaginar que eran de estos árboles que venias extendidas las ramas en el camino que debía atravesar Jesús.

Toda esta algarabía por el arribo del Maestro de Galilea tiene que haberse escuchado desde muy lejos y ya delante de las puertas de entrada a la ciudad estaban agrupados numerosos curiosos que querían conocer a quien había levantado uno de entre los muertos

Por lo cual también había venido la gente a recibirle, porque había oído que él había hecho esta señal.

Juan 12:18

Entrando a Jerusalén

Cuando entró él en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió, diciendo: ¿Quién es éste? Y la gente decía: Este es Jesús el profeta, de Nazaret de Galilea.

Mateo 21:10-11

La ciudad estaba totalmente conmovida por este acontecimiento, la Majestad del cielo estaba entrando a la ciudad en donde estaba el templo en el cual se ofrecían los sacrificios que simbolizaban el Maestro de Galilea que acababa de entrar.

La muchedumbre no cesó de manifestar la alegría de recibir a quién parecía venia a proclamar la nueva independencia de Israel.

El estruendo era cada vez mas alto, tanto que los líderes religiosos, al escuchar todas las proclamaciones que se hacían, decidieron intervenir. 

Pero los fariseos dijeron entre sí: Ya veis que no conseguís nada. Mirad, el mundo se va tras él.

Juan 12:19

Los celos de que el pueblo considerara a este humilde predicador de Nazaret como uno superior a ellos y a su autoridad, hicieron que se acercaran en un gran grupo de ellos a enfrentar a la comitiva.

Entonces algunos de los fariseos de entre la multitud le dijeron: Maestro, reprende a tus discípulos.

Lucas 19:39

Los orgullosos Fariseos, no querían que Jesús se robara la escena en toda la ciudad.

Ese Domingo iniciaban a llegar a la ciudad miles de peregrinos por la fiesta de Pascua que debía celebrarse el siguiente jueves.

Ya en el templo había poca gente atraída hacia las puertas de la ciudad por la multitud que aclamaba a Jesús.

Era el momento en que se debía oficiar el sacrificio de la tarde, sin darse cuenta que quien era representado en esos sacrificios estaba entrando a la ciudad.

Él, respondiendo, les dijo: Os digo que si éstos callaran, las piedras clamarían.

Lucas 19:40

Jesús llora por Jerusalén y Santifica el Templo de Dios

En medio de las manifestaciones de júbilo que lo circundaban, el ojo profético del Salvador del mundo, miró el destino de la ciudad y se conmovió.

Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella, diciendo: !!Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos. Porque vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos te rodearán con vallado, y te sitiarán, y por todas partes te estrecharán, y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación.

Lucas 19:41-44

Bien sabía el destino que le esperaba, del rechazo que tendrían sus palabras y de la muerte que sellaría la suerte definitiva de Israel crucificando a su Redentor.

Y entró Jesús en Jerusalén, y en el templo; y habiendo mirado alrededor todas las cosas, como ya anochecía, se fue a Betania con los doce.

Marcos 11:11

Mientras tanto, Jesús entró sin que nadie lo notara, en el templo.

Todo estaba tranquilo allí, porque la escena que se había desarrollado en el monte de las Olivas había atraído a la gente. Durante un corto tiempo Jesús permaneció en el templo, mirándolo con tristeza. Luego se apartó con sus discípulos y volvió a Betania. Cuando la gente le buscó para ponerlo sobre el trono, no pudo hallarle

Desire of Ages, pag. 534

Conclusión

Lejos de las tradiciones que ahora nos circundan, podemos apreciar a través del relato bíblico, como se sucedieron las cosas en aquel primer domingo de ramos, el que dio origen a lo que hoy se celebra y que está muy alejado de lo que las Sagradas Escrituras nos cuentan.

Un día en el que el mundo quiso proclamar a Jesús como un rey terrenal. Mas la Majestad del cielo, prefirió el camino que había venido a recorrer, esto es, salvar al mundo por medio de su sangre, como era simbolizado en los sacrificios que se ofrecían diariamente en el templo de Jerusalén.

Que la entrada en tu vida de Jesús sea una entrada espiritual y no material como lo pensaban sus discípulos y el pueblo hebreo que vivió aquel primer domingo de ramos.

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