Entre las cosas que nos enseñaron cuando estábamos en la escuela, recuerdo mucho el 6 de marzo de 1845, la denominada Revolución Marcista. Una fechas mas, en el calendario de nuestra historia pero ¿Por qué es importante esa fecha? ¿Qué aconteció en esa revolución que ha sido digna de estar entre los hechos memorables de la historia ecuatoriana? ¿Cuál es la verdad sobre la Revolución Marcista del 1845 en Ecuador?
Durante las próximas lineas, y en muchos futuros artículos, afrontaremos en modo completo todos los aspectos de esta revolución, que no solo se concentra en el 6 de marzo de 1845, sino que dura hasta el 17 de junio de 1845, y esa, es la primera verdad. La Revolución Marcista, no fue solo el 6 de marzo de 1845, sino que ese día, fue el inicio de la misma.
Pero para entender, lo que aconteció en ese día, tenemos primero que enterarnos de las cosas que provocaron esa crisis político militar.
Veremos entonces:
Antecedentes al 6 de marzo de 1845
Primero que nada, debemos situarnos en el clima y en cómo se vivía en el Ecuador de ese año.
Como nación eramos gobernados por el General Juan José Flores, quien se encontraba en su segundo mandato como presidente de la república.
Habían pasado solo 15 años desde el 13 de mayo de 1830 en que nació la República del Ecuador, que era el Departamento del Sur de la Gran Colombia concebida por el Libertador Simón Bolívar.
El General Flores, es elegido para gobernar el país por 4 años, la Constitución del 1830 establecía entre otras cosas que el presidente de la república duraba 4 años en su mandato, sin poder ser reelegido sino hasta que se superen dos periodos presidenciales más. Esto significaba que una vez terminado su periodo presidencial en el año 1834 , Flores no podía competir a elecciones sino hasta el 1842.

Desde el punto de vista administrativo, la presidencia de Flores fue un desastre, ya que pensaba que el Departamento del Sur era su botín de guerra, y lo quiso mantener como si fuese su posesión.
Esto provocó que hubiera muchas rebeliones por parte de los nacidos en el territorio que no estaban contentos de ser gobernados por alguien que no era un ecuatoriano de nacimiento.
No pudo terminar su mandato, ya que al final del mismo, enfrentó dos revueltas, una liderada por Vicente Rocafuerte y la otra por José Félix Valdivieso.
Logra meter en prisión a Rocafuerte pero para no perder en contra de Valdivieso, pacta con Rocafuerte, y este último se convierte en Jefe Supremo o Presidente de facto, hasta que se convoquen a elecciones para elegir un nuevo presidente.
Vicente Rocafuerte
Instaurado en su poder como presidente de facto, Rocafuerte convoca una Asamblea Constituyente para que elija el nuevo presidente de la república además de solicitar que se redacte una nueva constitución que deje bien sentada la separación de la Gran Colombia, porque hasta ese entonces, a pesar de haberse separado, era solo en palabras ya que el mismo escudo de la nación llevaba la leyenda El Ecuador en Colombia, lo que daba a entender que aún era, de alguna manera, parte de ella.
La nueva constitución proclama entre otras coas que el presidente de la república sea elegido por un periodo de 4 años y que no pueda ser reelegido hasta que no pase al menos un periodo después de haber cumplido su mandato presidencial.
Además uno de los requisitos para poder ser presidente, es ser ecuatoriano de nacimiento.

Flores de nuevo al poder

Obediente a la constitución de aquel entonces, Vicente Rocafuerte convoca a elecciones en el año 1839, y en ella participa, Juan José Flores y gana, siendo nombrado como tercer presidente del Ecuador desde 1830, para el periodo desde 1839 hasta 1843.
Es durante este mandato que se desata una epidemia de fiebre amarilla en la ciudad de Guayaquil.
Flores, al estar cerca de la conclusión de su período constitucional, decidió no dejar el poder, por lo que convocó a una nueva asamblea constituyente el 21 de octubre de 1842 a reunirse el 15 de enero de 1843.
Esta elección fue controvertida al ser conformada la nueva Asamblea Constituyente mayoritariamente por partidarios de Flores y funcionarios de su gobierno, habiendo una presencia mínima de los opositores liberales, garantizando su reelección y ampliando el período presidencial a 8 años, motivo por el cual los opositores a Flores la denominaron la Carta de la Esclavitud.
Se incuba la revolución
La Constitución de 1843 fue rechazada totalmente por la ciudadanía, la cual veía en la carta magna un argumento para que Juan José Flores se perpetúe en el poder.
Pronto empezaron a darse varios movimientos y enfrentamientos menores en contra de las decisiones del gobierno.
La represión del gobierno ya había cobrado víctimas mortales para tratar de sostener la estabilidad.
Vicente Rocafuerte había desempeñado el cargo de Gobernador de Guayaquil, sin embargo, al promulgarse la constitución de Flores, decidió dimitir y auto-exiliarse a Lima, Perú.
Desde territorio peruano comenzó a escribir varios ensayos en contra del gobierno de Flores, lo cual contribuyó notablemente al levantamiento en contra del gobierno.
Apareció nuevamente la imagen del prócer de la independencia de Guayaquil, el doctor José Joaquín de Olmedo, quien había cuestionado la gestión de Flores desde sus inicios.
También se le sumaban los guayaquileños Vicente Ramón Roca y Diego Noboa, con el apoyo de los comerciantes costeños.
El pueblo ecuatoriano vivió dos años con la Constitución de 1843, hasta comienzos de 1845 cuando en la ciudad de Guayaquil se empezó a generar ciertos movimientos de la cual surgió el cambio político de la nación.
Inicia la Revolución Marcista
Las posiciones de Olmedo, Roca, Noboa y los escritos de Rocafuerte desde Perú, despiertan en el pueblo la conciencia y se comenzó a sentir el mismo fervor patriótico que en los días gloriosos de la Revolución de Guayaquil del 9 de octubre de 1820, que fuera el inicio de la independencia del Ecuador sellada en las faldas del Pichincha el 24 de mayo de 1822.
Durante semanas se tomaron acuerdos secretos y estratégicos, mismos que fueron liderados por Antonio Elizalde.
6 de marzo de 1845
La madrugada del 6 de marzo de 1845, el coronel Fernando Ayarza junto al general Elizalde, fueron hacia el cuartel de artillería de Guayaquil con la firme intención de tomar posesión del mismo.
Estaban acompañados por otros militares con los mismos ideales y varios civiles partidarios del derrocamiento del floreanismo.
Se había de antemano acordado todo con el guardia del cuartel, por lo que tomarlo fue relativamente fácil, a pesar que se encontraban en dicho cuartel pocos soldados de Flores, que fueron derrotados en poco tiempo.
El zafarrancho generó rumor que atrajo a muchos jóvenes notables y la gente del pueblo, quienes, conociendo de lo que se trataba, fueron a pedir las armas para unirse a la causa.
En breve el fuego revolucionario tomó proporciones considerables, y se trabó, por lo tanto, una lucha encarnizada entre los marcistas y los partidarios del gobierno, lucha que duró cerca de una hora y que concluyó con la más completa victoria de los insurrectos marcistas.
Luego de esta primera victoria, los revolucionarios firmaron un acta por medio de la cual, declaraban entre otras cosas, que se desconocía la autoridad del presidente Juan José Flores y se consideraban como de ningún valor todos los actos, leyes y decretos del Gobierno de Quito (el de Flores), posteriores al día en que debió cesar su mando, por haber concluido su segundo período presidencial.
El Gobernador de Guayaquil renunció ante la junta y al mismo tiempo se formó un gobierno provisional dirigidos por Vicente Ramón Roca, que representaba a Guayaquil; José Joaquín de Olmedo, que representaba a Quito; y Diego Noboa, que representaba al Azuay
Pero esto, era solo el inicio, a pesar de haber tomado el cuartel de Guayaquil, Flores seguía en el poder, y cuando las noticias de que la insurrección marcista había estallado llegara a sus oídos, seguramente, cual general acostumbrado a las batallas, iniciaría su represalia para no perder lo que hasta ese momento había conquistado.
Reflexión
El inicio o estallido de la revolución marcista, que duraría algunos meses en el territorio, nos debe dejar como lección de nuestra historia, que cuando en el poder hay alguien que trata de manera no constitucional de permanecer en el poder, el pueblo tiene el deber de levantarse y protestar.
Flores violó la Constitución del Ecuador, que decía que debía entregar su mandato.
No podía presentar su candidatura sino hasta las siguientes elecciones.
Manipulo la situación formando un congreso de su comodidad y no solo se hizo elegir en contra de la carta magna vigente en ese momento, sino que modificó la duración del periodo presidencial con la intención de permanecer más tiempo en el poder. ¿Suena familiar? no hay duda que la historia siempre se repite.
Hasta el próximo 17 de junio, publicaremos más información de cómo se fue desenvolviendo la revolución del 6 de marzo de 1845.
Ilustraremos con citaciones y hechos relatados por quienes vivieron en esa época, la verdad sobre la revolución marcista del 1845 en Ecuador.
Si quieres deja tu comentario u opinión que la comunidad lo agradecerá.
4 thoughts on “La Verdad sobre la Revolución Marcista del 1845 en Ecuador”
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